El miércoles, por fin, conocí a Daniela personalmente. Ella está intentando tener un hijo hace cuatro años, me contó de las diversas etapas por la que fue pasando. Hoy en día siente la tranquilidad emocional que le permite hablar del tema. Pero en otro momento, su imposibilidad de ser madre le causaba grandes conflictos consigo misma y con su compañero.
Hablamos de la culpa, de las creencias, de la lucha individual y colectiva, del dolor del cuerpo, del cansancio y la esperanza siempre reciclable.
Daniela pertenece hoy, al grupo SUMATE A DAR VIDA, conformado por parejas que buscan que una legislación valiente y comprometida apruebe la ley que declare la infertilidad como una enfermedad, de manera que las obras sociales cubran los costosos tratamientos.
Daniela pasó del silencio a la manifestación, de alguna manera mi cámara será vehículo testigo de esto, en breves les compartiré parte de sus relatos.
May
viernes, 31 de julio de 2009
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