Buscando una gráfica para ilustrar el proyecto, le pregunte a cuanta persona estuvo a mi lado que definiera a “la mujer” en una sola imagen. Escuché variadas propuestas: muchas se referían a la figura corporal, por ejemplo la cintura, las caderas.. siempre eran partes del cuerpo. A una amiga le pregunte si “el cuello” le parecía una buena síntesis, “si, pero ponele un lindo collar”, me respondió.
Me di cuenta que todo lo que se me ocurría eran buenas imágenes publicitarias para cremas antienvejecimiento de la piel, pero ese concepto iba en contra de la ideología que gobierna a mi trabajo.
Todas las imágenes eran fetiches. Los labios pintados de rojo, los pies, las manos delicadas. Moldes donde se produce la noción de femineidad que ha construido a nuestro imaginario.
Frente a la angustia agobiante de la hoja en blanco, recordé un libro cuyas tapas estaban ilustradas con trazos que describían fielmente, aquel borde filoso que divide la oscuridad de la luz. Lugar desde el cual puede verse la locura a corta distancia. La barrera hacia la penumbra peligrosa donde se esconden los pensamientos todavía sin nombre. Lo abstracto sin palabras contenedoras.
Entonces encerré ese cuello entre el abismo y la cordura. Solo que esos espacios se confunden en mi. No se bien si los cuadraditos prolijos son representación del pensamiento ordenado y las manchas de colores el sentimiento puro y en conflicto. Tal vez sea completamente al revez. Sea como sea, ELLA esta allí, en medio, en silencio.
Me di cuenta que todo lo que se me ocurría eran buenas imágenes publicitarias para cremas antienvejecimiento de la piel, pero ese concepto iba en contra de la ideología que gobierna a mi trabajo.
Todas las imágenes eran fetiches. Los labios pintados de rojo, los pies, las manos delicadas. Moldes donde se produce la noción de femineidad que ha construido a nuestro imaginario.
Frente a la angustia agobiante de la hoja en blanco, recordé un libro cuyas tapas estaban ilustradas con trazos que describían fielmente, aquel borde filoso que divide la oscuridad de la luz. Lugar desde el cual puede verse la locura a corta distancia. La barrera hacia la penumbra peligrosa donde se esconden los pensamientos todavía sin nombre. Lo abstracto sin palabras contenedoras.
Entonces encerré ese cuello entre el abismo y la cordura. Solo que esos espacios se confunden en mi. No se bien si los cuadraditos prolijos son representación del pensamiento ordenado y las manchas de colores el sentimiento puro y en conflicto. Tal vez sea completamente al revez. Sea como sea, ELLA esta allí, en medio, en silencio.
2 comentarios:
me perdi tu pitch, pero x lo que leo y me comentaron, es un proyecto interesante
no tengo una imagen en concreto en este momento
si la tengo, te la digo
saludos!
muy bueno!
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